sábado, 19 de marzo de 2011

RSE: La Profesionalización y el Voluntariado Corporativo

Se debe aclarar lo antes posible lo qué se debe entender por "Profesionalización", ya que a menudo esto se asocia a una tarea que debe ser pensada y ejecutada por un egresado universitario con título "inherente" a la materia. En este caso, podríamos decir que estamos a salvo de tener que ajustarnos a este requisito: primero, porque aún no existen en Venezuela personas que posean una capacitación universitaria completa y específica en el tema de la Responsabilidad Social Empresarial; segundo, es como pretender encontrar expertos y experimentados cirujanos recién egresados de la facultad de medicina.

Hoy existen títulos, diplomados y postgrados, cursos intensivos, pero no un título universitario en Responsabilidad Social Empresarial, con todo lo que ello supone. Necesitamos entonces operar con un concepto más amplio de lo que significa "ser un profesional" en determinados temas. El obligatorio acto de volver al diccionario nos ayuda enormemente a descifrar lo que verdaderamente hace a una persona profesional en lo suyo. Veamos qué nos dice. Profesional/profesión (latín): "ars arti": habilidad, talento, conocimiento, demostrar más habilidad que buena fe. Persona que ejerce su profesión con relevante capacidad y aplicación.

 Otra fuente nos da un torrente de sinónimos muy valiosos que, puestos cada uno sobre la matriz del trabajo permanente en la gestión cotidiana de la Responsabilidad Social Empresarial de una compañía, iluminan el camino de la comprensión de lo que significa ser un profesional, haber tomado a la Responsabilidad Social Empresarial como una profesión. Así se suceden palabras como: empleo, aplicación, carrera, ocupación, tarea, facultad, oficio, cargo, estudio, ejercicio, labor, práctica, trabajo, menester. Resulta agradable el orden en que aparecieron estos aspectos: más que sinónimos, son complementos.

Muchas empresas están designando a personas para que tomen este tema desde dentro de la compañía. Son empleados de la compañía, que pasan a aplicarse
al tema; que comienzan una larga carrera; que hacen de la correcta gestión de la Responsabilidad Social Empresarial
su principal preocupación y su plena ocupación diaria; que desarrollan una facultad especial para estos asuntos; que hacen "oficio" asumiendo la carga de riesgo y responsabilidad que supone; que toman en serio el estudio y aprendizaje
de lo que es la Responsabilidad Social Empresarial; que hacen de ella un ejercicio práctico y no una discurso; que definen una labor ordenada y gradual para sí y para los demás actores internos de la Responsabilidad Social Empresarial. Que ven esto como todo un trabajo, algo que merece su pleno menester, y que se aprende en serio, con la práctica.



¿Qué se entiende por Voluntariado Corporativo?



Teniendo en cuenta la diversidad de acciones y concepciones sobre el tema, definiremos al voluntariado corporativo como cualquier mecanismo formal y organizado utilizado por una empresa para incentivar y apoyar a sus empleados y pensionados a ofrecer voluntariamente su tiempo, su capacidad y sus talentos al servicio de la comunidad. Es un programa empresarial que moviliza recursos voluntarios de los empleados y de la empresa con la misión de satisfacer necesidades de la comunidad.

El voluntariado corporativo, entendido como un mecanismo formal y organizado, debe estar incorporado a los valores de la empresa y contar con el apoyo de la alta gerencia y las gerencias generales. Además, para que realmente sea efectivo debe lograr el compromiso del mando medio, que es quien define día a día las responsabilidades y tiempos de los empleados.

Uno de los requisitos fundamentales para lograr el éxito de un Programa de Voluntariado Corporativo es desarrollar un sistema de capacitación, monitoreo, acompañamiento, retención y reconocimiento de los voluntarios corporativos. Aquí también es importante introducir la variable de la evaluación, teniendo en cuenta la necesidad de medir el impacto generado por el programa en los voluntarios (en las organizaciones sociales con las que se trabaje y en la propia compañía).

Lo anterior refiere a la complejidad de instalar una cultura de voluntariado dentro de la empresa. Este objetivo se construye poco a poco, basado en políticas y reglas claras, con una buena comunicación, dejando de lado la restricción, generando participación y predicando con el ejemplo. Una vez instalada esta cultura, la inversión de la compañía en iniciativas de este tipo será proporcional a las expectativas y deseos de los voluntarios de participar.

Prefiero ser accionista de una buena empresa que sólo propietario de una mala. Tristan Bernard (1866-1947)

Estudiemos en la próxima entrega lo que nuestros amigos nos comentan acerca de las responsabilidades primarias en materia de RSE

Licdo. (CPC) Luis Enrique Mancilla E.

 Fuente http://www.enlamira.net.ve/index.php?option=com_content&view=article&id=22:profecionalizacion&catid=6:editoriales


 

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